9.2.17

el cuarto moderno


Hay tiempos cuando un nuevo periodo verdaderamente inicia a pesar de toda la preparación que pueda rastrearse detrás del evento. Un tiempo así surgió inmediatamente tras la Guerra, cuando el estilo internacional nació en Francia, en Holanda y en Alemania.
Eso explicaban Hitchcock y Johnson en The International Style: Architecture Since 1922, el libro que acompañaba a la exposición del mismo nombre en el Museo de Arte Moderno de Nueva York en 1932. Hitchcock y Johnson agregan que algunos proyectos realizados durante la Guerra por Loos o Sant’Elia apuntaban a “un frente más amplio,” pero que las “innovaciones de los semi-modernos eran individuales e independientes al punto de divergir, mientras que las de quienes los siguieron eran paralelas y complementarias, ya informadas por el espíritu coherente de un estilo en construcción.” Resulta curioso, pues, que tras sugerir que la diferencia entre el estilo de Loos o Sant’Elia y de quienes los siguieron fuera entre visiones individuales e independientes y otras paralelas y complementarias, a renglón seguido Hitchcock y Johnson afirmen que el nuevo estilo era visible “en particular en el trabajo de tres hombres: Walter Gropius en Alemania, Oud en Holanda y Le Corbusier en Francia.” En el mismo párrafo suman un nombre más al de los “grandes líderes de la arquitectura moderna:” Mies van der Rohe.

De los cuatro grandes líderes del estilo internacional, probablemente aun hoy muchos arquitectos estarán de acuerdo en los nombres de Le Corbusier (1887-1965) y Mies (1886-1969), el primero por sus escritos y sus obras, el segundo más por lo que diseñó que por lo que dijo (reducido su pensamiento muchas veces a un eslogan aparentemente apócrifo). De Gropius (1883-1969) tal vez se recuerde más su papel como director fundador de la Bauhaus y luego en Harvard que sus escritos y sus edificios. Pero si bien se recuerda y reconoce a los tres antiguos dibujantes del despacho de Peter Behrens, de Oud se habla poco.

Jacobus Johannes Pieter Oud nació el 9 de febrero de 1890 en Purmerend, Holanda. Hitchcock y Johnson cuentan que fue discípulo de Berlage y estudió las innovaciones de Wright y que durante los años de la Guerra, Oud conoció a Mondrian y van Doesburg —“cuya influencia positiva en su obra fue, al principio, insignificante”— y que “encontró en el concreto un material adecuado para la expresión de nuevas concepciones de la forma.” Agregan que “los proyectos de Oud fueron cada vez más simples, vigorosos y geométricos” y que “por analogía con la pintura abstracta llegó a darse cuenta del potencial estético de los planos en tres dimensiones, con los que Wright ya había experimentado.” Pese a que Hitchcock y Johnson lo incluyeran como uno de los cuatro grandes modernos —realmente tres: Mies es mencionado como un D’Artagnan—, Oud no tuvo tanta suerte en la historiografía de la arquitectura y menos en la memoria popular. Pese a haber sido el arquitecto municipal encargado de la vivienda en Rotterdam entre 1918 y 1933, donde construyó más de 3000 viviendas, acaso se le recuerde más por la fachada del Café de Unie, construido en 1925, destruido durante el bombardeo de Rotterdam en 1940 y reconstruido, en otra parte de la ciudad, en1986.

En su sitio thecharnelhouse.org, Ross Wolfe publicó un texto de Oud incluido en el primer número de De Stijl, del 9 de julio de 1917, titulado El paisaje urbano monumental. Empieza aclarando que “el concepto «monumental» es de naturaleza interior, no exterior: se puede manifestar en cosas pequeñas tanto como grandes,” y luego dice que “el estilo monumental se puede conseguir mediante la cooperación de diferentes formas de arte” mientras que cada una “se mueva dentro de su propio campo y no admita elementos impuros.” Oud define a la arquitectura como un arte plástico: “el arte de la definición del espacio,” cuya principal característica es el relieve y su expresión universal el paisaje urbano, dominado por la calle y la plaza. Para Oud, la calle moderna se determina mediante bloques de viviendas, no mediante casas individuales y, por lo mismo, “la tarea más importante del arquitecto moderno es el bloque de viviendas.”


En el 2001 se le dedicó una exposición amplia al trabajo de Oud. Hilde Heynen escribió que desde 1942, después de que Oud terminó el edificio de la Shell en La Haya, y “regresó a las reglas clásicas de composición y al uso de motivos decorativos,” los críticos e historiadores marcaron su distancia. La exposición sugería que desde entonces, el trabajo de Oud anticipaba ciertos aspectos del posmodernismo y también, según Heynen, el desinterés que a la larga tuvo el arquitecto holandés por el prestigio internacional que suponía el estilo del que, a decir de Hitchcock y Johnson, fue uno de los fundadores.

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