orgulloso de ser mexicano

no leí cuando fue publicado el artículo de luis gonzález de alba en milenio sobre la ausencia de motivos tras el eslogan bicentenario: orgulloso de ser mexicano. leí en cambio la segunda entrega, orgullos y verguenzas.

comparto la incapacidad de sentir orgullos genéricos (cuya insensatez se muestra mediante una simple reducción o, al contrario, una ampliación al absurdo: sentirse orgulloso de vivir en un cuarto con vista al sur o de habitar en este sistema solar, por ejemplo). estuve recientemente en la conferencia de prensa en que se presento el festival dedicado a méxico en el palacio de bellas artes de bruselas. me llamó la atención, por ejemplo, que los curadores de la muestra imágenes del mexicano -dafne cruz y luis adrián vargas, cuyo trabajo, por otro lado, es notable- argumentaran que la diversidad es una característica de lo mexicano, como si el ruso, el chino, el indio o el brasileño, por nombrar algunos, no fueran pueblos diversos.

pero más arriesgada me pareció la afirmación de nuestra embajadora en bélgica: "pocos pueblos pueden sentirse tan orgullosos de sus raices, de su cultura y de su presente como el mexicano." aunque impecable en la línea tradicional del como méxico no hay dos, el discurso tiene mucho de políticamente incorrecto. algún rusuo, chino, indio o brasileño, o los belgas ahí presentes, pudieron haberse quedado con la duda de si ellos también pertenecen a los selected few que pueden sentir tal orgullo. como apuntaba gonzález de alba en su texto, el mismo discurso en boca de un embajador alemán, por ejemplo, hubiera sido objeto de duras críticas. en nuestro caso, es parte de esa ridícula y fastidiosa cantaleta que hace de generalidades humanas características singulares, únicas del mexicano, por las que debemos sentir orgullo.