13.8.14

el mito de la buena arquitectura mexicana


nos dicen que en méxico hay gran arquitectura. es un mito. hay, cierto, grandes arquitectos que han hecho buena arquitectura. pero es excepcional. me dirán que así es en cualquier parte, que la gran arquitectura no es la norma sino la excepción. puede que sea verdad. digamos entonces que no hay que fijarse sólo en esa arquitectura sino también en la otra, en la mediana, la más abundante, la de todos los días. la de los edificios donde vive la mayoría de la gente, la de las escuelas donde estudian y los hospitales donde se atienden. la de los mercados y las plazas; la de los edificios públicos normales. bueno, esa arquitectura, en el méxico actual, es mala —peor, mucho peor que la arquitectura mediana, modesta, de otros lugares. ¿a qué se debe eso?

hace unos días se publicó una nota en el periódico excelsior: el noroeste tendrá cineteca. poly coronel gándara, directora del instituto sonorense de cultura, explicó:
“acordamos crear un centro de las artes cinematografías que primero era de sonora, pero luego muy ambiciosamente dijimos del noroeste, porque en tijuana hay una cineteca, en mexicali una escuela de cine pero en sinaloa y la baja california no había nada y pensamos que este lugar va venir a complementar la actividad en la región y será una poderosa herramienta para el desarrollo cultural y educativo de la región”
¡qué bien! haría falta que cada estado de la república tuviera una cineteca o un complejo de cines donde poder ver algo distinto a lo que ofrece la cartelera comercial. el problema es el edificio. vean la imagen. ocupa una esquina. unos altísimos muros de seis o siete metros de alto, de concreto aparente, cierran casi la totalidad del predio dejando libre una pequeña banqueta de sólo poco más de un metro de ancho —¿y el espacio público?. se entra por la esquina —la peor manera, sin duda— por una puerta de unos tres metros. la cineteca es un edificio aparentemente circular; más una arena que un cine o un complejo de cines —que hoy, si no son imax, son de planta rectangular. ¿quién presentó un proyecto con tantas desventajas?

la nota del periódico dice que "el proyecto ejecutivo" —para un edificio que tendrá un presupuesto de 46.5 millones de pesos— "fue encargado al despacho eje siete vialidad artística con sede en el distrito federal." ¿por qué el instituto de cultura de sonora encargó, al parecer por asignación directa, sin que mediara ningún concurso, un proyecto de ese tipo a un "despacho" de la ciudad de méxico y no a uno de sonora? ¿no hay arquitectos capaces en sonora?

más aun: ¿quiénes son el "despacho" eje siete vialidad artística y qué otros proyectos han realizado? quizás su trabajo explique la asignación.

buscando en la red es difícil encontrar información de eje siete vialidad artística. no tienen sitio web, no se les menciona en ningún portal de arquitectura, tienen una página en facebook: vacía. hay un documento del 2011 de la secretaría de cultura del df donde parece que, entre otras cosas, han organizado eventos culturales, como las fiestas decembrinas del 2009. en otro documento del cnca se muestra que se les otorgaron $1,650,000.00 pesos para el pabellón de méxico en la cuadrienal de praga 2011, aunque, curiosamente, no están en la lista de los 26 proyectos elegidos. el gobierno de jalisco les hizo un par de pagos en el 2013 para las fiestas de octubre. pero lo más preocupante es una nota en la jornada de marzo del 2009: millonarios donativos de la cuauhtémoc a presunta ong. la nota dice que según la auditoría de la contaduría mayor de hacienda de la asamblea legislativa del df, la delegación cuauhtémoc entregó más de 33 millones de pesos sin justificar a eje 7, la vialidad del arte, sc.

¿cómo llegó el instituto sonorense de cultura a contratar para realizar el proyecto ejecutivo de la nueva cineteca de sonora a una organización empresa que, según parece, tiene experiencia en recibir dinero relacionado con actividades culturales pero ninguna haciendo arquitectura? ¿quién tomó la decisión y por qué?

supongo que tendrán buenas razones, aunque, por lo que se ve en la imagen, no tuvieron buenos asesores al momento de elegir el proyecto.

¿cuál es el problema con esa arquitectura pública? me parece que no hay de otra: la corrupción. no quiero sugerir —pues no tengo las pruebas— que alguien esté cobrando de más y llevándose dinero público en esto, pero sin duda es un proceso viciado, en varios sentidos y de principio a fin, al encargar un proyecto arquitectónico a quienes no tienen la experiencia para hacerlo.

así, desgraciadamente, es la mayor parte de la arquitectura pública mexicana: mala.

¿por qué no decimos nada? ¿por qué los arquitectos mexicanos reconocidos no protestan, como gremio, ante estas arbitrariedades? con el tiempo he llegado a desarrollar una hipótesis nada alentadora: porque les conviene. es parte de nuestro sistema. así como a televisa o a telmex ni les interesa ni mucho menos les conviene la competencia, así a los arquitectos mexicanos. en el país de los ciegos —de la mala arquitectura, de los procesos viciados, de la nula transparencia, de la falta de rendición de cuentas, de la ausencia de crítica, etc.— el tuerto —el que lo hace más o menos— es rey. ni modo: así son las cosas y así parece que nos gusta que sigan siendo.

9.8.14

la ciudades, las costumbres y los peatones



jose alfredo jiménez cantó que las distancias apartan las ciudades y las ciudades destruyen las costumbres. acaso eso le pasa al nuevo inmigrante que llega de un pequeño pueblo y poco a poco se olvida de saludar a todo el que se encuentra en la calle, se olvida de preguntar y, por tanto, de aprender los nombres de sus vecinos y de aquellos con quienes convive cada día, se olvida incluso de quién es. la nostalgia de la canción de jose alfredo repite el argumento que unos doscientos años antes había puesto jean-jacques rousseau en boca de saint-preux, héroe de su novela julia o la nueva eloísa, publicada en 1761 y citada por marshal berman en su libro todo lo sólido se desvanece en el aire. tras unos meses de haber llegado del campo a la ciudad, saint-preux le escribe julie: “estoy empezando a sentir la embriaguez en que te sumerge esta vida agitada y tumultuosa. la multitud de objetos que pasa frente a mis ojos me causa vértigo. de todas las cosas que me impresionan, no hay ninguna que cautive mi corazón, aunque todas juntas perturben mis sentidos, haciéndome olvidar quién soy y a quién pertenezco.”

pero pese a su vida agitada y tumultuosa que, según parece, chocaba tanto a jose alfredo como a juan jacobo, las ciudades tienen, construyen sus propias costumbres. por ejemplo, aquella muy arraigada que nos hace suponer que los automóviles deben ser los privilegiados en las calles de la ciudad. en estos días de las clásicas fuertes lluvias que, como cada año, si no lo ha hecho ya, el gobierno de la ciudad pronto calificará como atípicas, he visto e incluso padecido los efectos de esa costumbre, parado con otros peatones en una esquina bajo la lluvia al tiempo que un agente de tránsito, cubierto con su impermeable amarillo chillón, detiene el paso de los autos en una calle pequeña, pese a tener la luz verde, y apresura, entre gestos y silbidos, el de los que circulan por una calle más ancha. el policía y los peatones nos mojamos pacientemente un par de cambios del semáforo pues el trabajo del primero, según dicta la costumbre, es hacer que la circulación de coches fluya lo más rápido posible. y lo dicta la costumbre contra la recién aprobada ley de movilidad de la ciudad de méxico que coloca en primer lugar en la jerarquía de ocupantes y usuarios de la calle al peatón. si la ley se hiciera cumplir, en vez de acelerar el paso de los autos para evitar una congestión mayor a la que la lluvia seguramente provocará, el agente de tránsito haría que los peatones que nos mojamos en una esquina pudiéramos atravesar lo antes posible la calle —al menos cuando el semáforo nos lo permite— para no mojarnos.


en su libro Walkable city, jeff speck cita al doctor richard jackson, epidemiólogo, quien al ver a una mujer de setenta años parada en una esquina de una calle sin banquetas, bajo el sol en un día de intenso calor, escribió: “si esa pobre mujer colapsa por un ataque al corazón, los médicos escribiríamos que la causa de su muerte fue el golpe de calor y no la falta de árboles o el mal transporte público, la mala forma urbana y los efectos de las islas de calor. Si hubiera sido arrollada por un camión que iba de paso diríamos que murió atropellada y no por falta de banquetas y por mala planeación urbana y un liderazgo político errado.” la gripa de algunos peatones que llegaron empapados a sus casas no es tan grave como morir a causa de un ataque cardiaco por golpe de calor o atropellado por un camión, pero su causa tal vez se deba también al entorno urbano y a la costumbre que, en la cabeza del agente de tránsito, en la del conductor, en la del político pero también en la del mismo peatón, privilegia, sobre todo y sobre lo que diga la nueva ley, al automóvil. no sólo hay que cambiar las leyes, hay que trabajar para cambiar las costumbres.

8.8.14

ruinas modernas


durante los dos períodos en que fue presidente de francia, entre 1981 y 1995, principalmente con el pretexto del bicentenario de la revolución francesa, françois mitterand promovió la construcción de varios proyectos. el museo del louvre se amplió y renovó con la pirámide diseñada por i.m.pei y, para vaciar un ala del palacio, paul chemetov proyecto el enorme edificio del ministerio de finanzas en bercy. se construyó la ciudad de las ciencias en los terrenos del antiguo matadero de parís, que luego se transformaría en el parque de la villette, de bernard tschumi, mismo donde también se construyó la ciudad de la música, de christian potzamparc. en un concurso el desconocido carlos ott presentó un proyecto para la ópera de la bastilla que muchos pensaron era de richard meier, favorito de mitterrand. y otro desconocido pero danés, johan otto von spreckelsen, ganó el concurso para el arco de la defensa. jean nouvel construyó el instituto del mundo arabe, mientras también al borde del sena, más al oeste, dominique perrault les ganó a meier, tschumi, koolhaas y nouvel, entre muchos otros, el concurso para la biblioteca nacional de francia. también, aunque lo inició su antecesor, valéry giscard d’estaing —cuyo arquitecto favorito era el catalán ricardo bofill— le tocó inaugurar el museo de orsay, donde la italiana gae aulenti transformó el interior de la estación de trenes con una intervención que hoy se ve más pesada que las máquinas que antes la ocuparon.

pero no sólo es que la intervención en orsay hoy parezca pasada de moda: se ve vieja, maltratada, seguramente por el abuso al que sometemos al edificio cada día miles de turistas —los baños, siempre escasos y muchas veces descompuestos, son la prueba. lo mismo le pasa al louvre, pese a que las intervenciones no han parado tras la pirámide, polémica en su momento, y de nuevo podríamos culpar al interminable flujo de turistas que lo recorren, mapa en mano, tratando de encontrar la obra maestra ante la cual hay que tomarse una foto —es inútil intentar ver la mona lisa mientras, afuera de esa sala, otras cuatro obras de leonardo tienen un público más bien moderado. sin embargo, no hay que culpar a los turistas de todo. la opera de la bastilla, menos frecuentada por éstos, también ha resistido mal el paso del tiempo. en ese caso habrá quien responsabilice al arquitecto, inexperto, o al jurado, por confundirse en la atribución. y ahí está la gran biblioteca, con su bosque inaccesible al centro, que sólo puede mirarse a través de unos cristales que ya perdieron su brillo y transparencia. la villette y la ciudad de la música, hasta donde supongo llegan muchos menos turistas, también se ven desgastadas. acaso perrault, tschumi o potzamparc, fueran y sean más conocidos que ott, pero en la época que hicieron esas obras, ¿también eran inexpertos?

¿o cuál es el problema de toda esta arquitectura que no resistió en buen estado ni siquiera treinta años? la arquitectura moderna —usando el término de manera vaga, imprecisa, más que como estilo o ideología como pura fecha— parece que no hace buenas ruinas. eso lo sabía albert speer, el arquitecto de hitler, pero seguramente no lo imaginó le corbusier —las fotos que tomó victor gubbins de la villa savoya antes de la restauración parecen demostrarlo, aunque él recuerde la ruina con nostalgia. probablemente marsella o chandigarh serían mejores ruinas. no se si el seagrams o la farnsworth.

alguna vez oí que la pintura moderna exige tantos o mayores esfuerzos de parte de restauradores y conservadores como la clásica, antigua. parece lógico, es casi darwinista: aquellas obras del pasado lejano que no tuvieron las condiciones para resistir aceptablemente el paso del tiempo desaparecieron. pero también tiene que ver, sin duda, con las técnicas empleadas. los antiguos pintaban siguiendo técnicas conocidas y probadas, su aprendizaje era parte de lo que había de dominar un maestro y se consideraban un secreto esencial del gremio. los modernos experimentan, incluso más con las técnicas y con los materiales que con las formas. hagamos un cuadro con pintura de auto y pedazos de cera, a ver qué pasa. a los diez años antes que a los cien el violeta es azul y las superficies se quiebran.


a la arquitectura moderna y contemporánea le paso igual. tarde descubrimos que la cornisa, que se fue cuando a la venustas se la mandó al diablo porque sentamos a la belleza a las rodillas y la encontramos amarga, también afectó a la firmitas, que la perdimos en el grano fino: los edificios no se caen, se desmoronan; la lluvia y el polvo no les dan una pátina: los manchan; y las grietas no les dan carácter, no hacen ruinas: se arruinan.

7.8.14

el filósofo, el tirano, el matemático y el arquitecto


en 1998 kimberley cornish, escritor australiano, publicó un libro titulado el judío de linz. cornish parte de un dato real: alrededor de 1904 ludwig wittgenstein y adolf hitler estudiaron en la misma escuela, la realschule de linz. a partir de ahí la historia se vuelve mucho más compleja y controvertida y hay quienes critican a cornish por sus deducciones. entre otras cosas, sugiere que el odio de hitler por los judíos tiene su origen en el despreció que sentía por wittgenstein, quien llegaría a ser uno de los más importantes filósofos del siglo XX. uno de los problemas del argumento de cornish es que la familia wittgenstein, una de las más ricas de europa cuando adolf y ludwig coincidieron en el colegio, había cambiado su nombre de meier a wittgesnstein desde principios del siglo XIX y se convirtieron al protestantismo en la generación de los abuelos de ludwig quien, en términos prácticos, no era un judío para sus compañeros —sólo un insoportable niño extremadamente rico y, peor, extremadamente inteligente y pedante. además, aunque adolf y ludwig habían nacido con sólo seis días de diferencia, el primero había perdido un año y al segundo lo habían adelantado otro, haciendo difícil suponer que estuvieran en el mismo salón de clases.


tanto ludwig como adolf tuvieron interés por la arquitectura. adolf quiso estudiarla pero la academia de bellas artes de viena lo rechazó dos veces, en 1907 y 1908. ludwig estudió ingeniería primero en berlín y luego en manchester, inglaterra. pero tenía cierta pasión por la arquitectura. cuando su padre murió en 1913, heredándole una enorme fortuna que wittgenstein rechazó, se fue a skjolden, noruega, donde se construyó una cabaña en el bosque. en 1926, ya de vuelta en viena, su hermana, margaret, lo invitó a que le diseñara su casa, con la ayuda de paul engelman, alumno de adolf loos y secretario particular de karl kraus. ludwig y adolf combatieron en la primera guerra. adolf inició la segunda. entre 1929 y 1941 wittgenstein fue fellow del trinity college, en cambridge.

en 1938, tras haber obtenido su doctorado en princeton, alan turing regresó a cambridge y asistió a algunas de las conferencias de wittgenstein, con quien tuvo importantes desacuerdos sobre su entendimiento de las matemáticas. durante la segunda guerra turing fue parte fundamental del equipo británico que logró descifrar el código secreto de los nazis. a turing también se le reconoce hoy como padre de la inteligencia artificial. en enero de 1952, a los 39 años, turing reportó a la policía un robo en su casa. como parte de la investigación, tuvo que confesar su relación con arnold murray, de 19 años. turing fue condenado por indecencia y se le ofrecieron dos opciones: la cárcel o la libertad condicionada a someterse a un tratamiento hormonal. optó por la segunda. en 1954 turing fue encontrado muerto. al lado de su cama había una manzana mordida. la autopsia determinó como causa de la muerte envenenamiento con cianuro. hay quien dice que el logo original de apple, la manzana multicolor mordida, era un homenaje a turing.


ultra era uno de los nombres clave del grupo de la inteligencia británica en el que participó turing durante la segunda guerra. también en ese grupo estuvo el soldado americano landis gores, nacido en 1919 en cincinnati, ohio. gores estudió arquitectura en harvard donde fue parte de otro grupo, los harvard five, del que eran miembros john johansen, eliot noyes, quien fuera director del departamento de diseño industrial del moma y colaboró con norman geddes —el diseñador de futurama, el pabellón de la general motors en la feria mundial de nueva york de 1939— antes de entrar a trabajara a ibm, su profesor marcel breuer y su compañero philip johnson, del que fuera el primer socio. de johnson, por cierto, se ha comentado su abierta afinidad por el nazismo en la década de los treinta.

5.8.14

wifi y contactos


según el filósofo alemán peter sloterdijk hay dos tipologías arquitectónicas propias del siglo XX: el gran estadio y la unidad de vivienda agrupada en grandes conjuntos. en otras palabras: el espacio para las masas y la masa de espacios hiperindividualizados. desde hace tiempo los estadios han tenido que reinventarse. sea para un espectáculo deportivo o musical, se ha debido reforzar la experiencia. sabemos que prácticamente cualquier deporte o concierto se ve y se oye mejor frente a una pantalla de televisión. Así que los estadios se han vuelto espectáculos multimedia que suman capas de información. también la casa podría seguir un camino parecido.

en 1926, hannes meyer, el segundo director de la bauhaus, propuso una instalación, la co-op zimmer, la habitación cooperativa. para meyer, más a la izquierda que su antecesor y su sucesor en la bauhaus —gropius y mies—, “la cooperación rige al mundo; la comunidad rige sobre el individuo.” a diferencia de la vivienda mínima que preocupaba a muchos de sus contemporáneos, la habitación cooperativa era un espacio abiertamente escenográfico. para meyer, los muebles plegables y el gramófono portátil eran “típicos productos manufacturados internacionalmente que mostraban un diseño uniformado: típicos instrumentos de la mecanización de la vida diaria,” y su estandarización impersonal, respondía a la condición del “semi-nómada de nuestro moderno sistema productivo, beneficiado por la libertad de movimiento.” tras meyer, muchos arquitectos y diseñadores pensaron de nuevo espacios para el individuo contemporáneo. en los años 50 y 60 la casa del futuro era tema del presente. los arquitectos ingleses peter y alison smithson diseñaran la suya con muebles integrados en muros curvos de fibra de vidrio; también lo hará el diseñador italiano joe colombo, con muebles que se abren y despliegan nuevas funciones. pero no sólo arquitectos o diseñadores famosos lo intentaron. monsanto —sí, esa compañía— patrocinó la casa del futuro diseñada por el mit en colaboración don disney y que podía visitarse en disenayldia. el horno de microondas, hoy casi una antigüedad en desuso, era una de las novedades en la cocina de aquella casa. la revista popular mechanics presentó su casa del futuro en 1955 y playboy en 1962 el apartamento del soltero donde, apropiadamente, la cama, redonda por supuesto, es un centro de comando para controlar la intensidad de la luz, el volumen de la música o lo que se puede ver en el televisor que cuelga sobre la cabecera. para 1980, cuando toyo ito diseña su casa para la mujer nómada de tokio, resulta evidente que hannes meyer tenía razón: muros de tela, muebles ligeros, plegables.


la mecanización de la vida diaria no se termina desplegando en una multitud de aparatos y utensilios para los que habrá que buscar el acomodo discreto mientras no están en uso, sino que se comprime y se superpone en la superficie de una pantalla. el gramófono en la mesita plegable propuesto por meyer para la co-op zimmer hoy es un ipad, un ipod o un iphone que contiene y combina todo lo que el individuo contemporáneo necesita para su vida diaria. desde la agenda hasta el estado de cuenta, pasando por el estado de salud y las aplicaciones que nos permitirán establecer relaciones, aunque sean momentáneas y pasajeras, con otros; las noticias del día, la ruta del autobús o la bicicleta —compartida— más cercana, todo, el interior y el exterior se condensan en una pantalla sensible al tacto. los cambios espaciales que esa nueva tecnología doméstica —asumiendo que hoy nuestro móvil es nuestra casa— acaso son, por ahora, más sutiles que los imaginados en décadas anteriores. implican la desaparición de cierto tipo de espacios —¿quién hoy, en tiempos de netflix y gamboy le encuentra utilidad a esos espacios de las casas burguesas de mediados del siglo pasado, el cuarto de juegos y la sala de televisión que, junto con el comedor, han quedado en el pasado? e implican, sobre todo, la aparición de nuevos hábitos y costumbres: antes de escoger un restaurante hoy uno busca el signo de WiFi y junto con el menú se pide la contraseña, mientras que para sentarnos, no elegimos la mesa con mejor vista sino la que tiene un contacto eléctrico cerca. al interior de la casa los requerimientos son casi los mismos: wifi y contactos y de paso, por ahora, una cama, mesa y silla, aunque no sean plegables, como los imaginó meyer. más allá de los edificios icónicos que parecen ir en retirada, las formas arquitectónicas que hoy se requieren deberán ser, quizás, menos inestables que lo que imaginó meyer pero no más determinadas. genéricas y simples como la co-op zimmer mientras la arquitectura se traslada —no en balde se usa la misma palabra— a la lógica que rige los procesos que hacen posible tener a todo nuestro mundo sobre —¿bajo?— una pantalla y al alcance de un dedo.

4.8.14

las zodes: preguntas ¿y respuestas?



desde la primera vez que oi hablar de las zodes me pareció un sinsentido —fue cuando en esas ocurrencias como improvisadas que tanto acostumbra el gobierno de mancera se anunció con mucha seguridad que las zodes las diseñarían los suizos herzog y de meuron. cómo si alguien hubiera llevado de paseo a china al jefe de gobierno —electo, en ese momento—, y emocionado hubiera decidido copiar algunas cosas que vio por allá sin entenderlas muy bien y sin que ninguno de los de su equipo tuviera tampoco mucha gana de explicárselo. en calidad de vida progreso y desarrollo para la ciudad de méxico, sa de cv, es el nombre completo y a mi parecer cursilísimo de la empresa paraestatal del gobierno de la ciudad de méxico encargada de inventarse las zodes— decidieron apostarle a varias zonas de desarrollo económico y social —eso son las zodes— a partir de infraestructura temática en áreas de la ciudad con una vocación definida.

a mi lo de la vocación definida nunca me ha quedado claro. dicen, por ejemplo, que la zona de tlalpan donde se acumulan algunos hospitales públicos —desde que a finales de los años 20 villagrán construyó el hospital de tuberculosos de huipulco, hoy iner— y otros privados tenga vocación de ciudad de la salud. asumen que esa concentración es buena por sí misma y que, por tanto, marca una vocación en la ciudad que hay que reforzar, con las zodes. en la doctores la propuesta es una ciudad administrativa. no se de donde deduzcan la vocación de la doctores pues, si bien es cierto que hay edificios de gobierno, también hay algunos hospitales, como el hospital general y el centro médico —¿por qué se llamará doctores la doctores?— y a unos metros, en la roma, hay una gran cantidad de hospitales privados. pero no, la vocación de la doctores es otra, dicen.

supongo que lo habrán analizado con profundidad y que los estudios para demostrar, primero, la necesidad y, luego, los beneficios de las zodes son impecables, exhaustivos, detallados. no se entendería si no que el gobierno de la ciudad de méxico le apostara a tamañas inversiones. pero si a uno se le ocurre preguntar en tuiter a la cuenta de calidad de vida por esos estudios, optimistas envían una liga a un documento de veinte páginas titulado “ciudad de la salud: beneficios” que es más propaganda que análisis, más venta que estudio, más demagogia que urbanismo. seguramente ahí deben estar los cientos de páginas con números y estadísticas, los planos y mapas que demuestran la pertinencia de invertir y, sobre todo, permitir un desarrollo que no estaba previsto en esa zona. supongo que sin esa documentación no habría permisos de la asamblea legislativa ni de la delegación ni de la secretaría de desarrollo urbano.


deben ser muchas páginas y no cualquiera las entiende. pero cuando algún necio como yo, seguramente opinando sin bases, cuestiona la pertinencia de esas acciones del gobierno, ¿no sería lo más fácil, en vez de la liga a un folleto propagandístico, proporcionar la liga a la información dura con la que se tomaron las decisiones? ¿no debiera ser esa información pública y no sería fácil ponerla al alcance de un click de los ciudadanos que, sospechosistas, dudamos de prácticamente cualquier decisión del gobierno? ¿no sería mejor eso que responder : “puedes ponerte en contacto con gustavo gómez, coordinador de zodes? ¿por qué rehuirle tanto y con tanta insistencia a la transparencia, a la información clara, precisa hasta que alguien tiene la curiosidad de preguntar?