12.4.10

más del encubridor

copio esto del blog de jesús silva herzog márquez:

Aparecen nuevas evidencias de la responsabilidad del papa Benedicto XVI en el encubrimiento de criminales. El reverendoStephen Kiesle fue condenado por atar y violar niños en una iglesia de California. El papa fue renuente en expulsar al sacerdote, aún bajo la insistencia del obispo de Oakland. Lo revelador de este caso es que la posición de Joseph Ratzinger puede conocerse a través de una carta que ya es pública. El entonces cardenal acepta la gravedad de la acusación y la solidez de los argumentos para remover al sacerdote, pero advierte que debe protegerse el bien de la Iglesia Universal. La carta lleva la firma del hoy papa. No se puede seguir culpando a las autoridades locales del encubrimiento. La responsabilidad llega a la cúpula.

Christopher Hitchens y Richard Dawkins creen que el caso amerita, ni más ni menos, que el arresto del papa. Su próxima visita a Inglaterra debería ser aprovechado para emplear el precedente de Pinochet.

En El país semanal, Javier Marías comenta la manera en que las autoridades de la Iglesia han tratado de responder al escándalo.

La reacción más taimada ha sido la del propio Papa, quien ha quitado importancia a esos abusos recurriendo a la cita evangélica “El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”, como si su Iglesia no llevase siglos tirando piedras contra todos los pecadores (según su criterio), aterrorizándolos con la amenaza del infierno, persiguiendo a disidentes y herejes, quemándolos de vez en cuando, forzándolos a abjurar de sus convicciones, expulsando a los que se desviaban del dogma, imponiendo a creyentes y a no creyentes su fe y su concepción de la moral, obligando a todos a cumplir con sus preceptos, dictando leyes a su conveniencia. ¿Por qué se hace hincapié en los delitos sexuales cometidos por eclesiásticos? Porque éstos llevan la vida entera haciendo hincapié en los “pecados” de los demás, y han condenado y castigado con dureza sus faltas y debilidades. Porque son ellos quienes en buena medida han decidido qué era delito y qué no. Porque ellos han reclamado secularmente –y en España siguen, hasta donde pueden– la exclusividad en la formación, enseñanza y adoctrinamiento de los niños. Porque a lo largo de la historia han dicho o exigido a los padres: “Entregadnos a vuestros vástagos, somos lo mejor para ellos”.

No hay comentarios.: