Resultados de un siglo de relativismo cultural, nacido en Nueva York y cultivado en universidades parisinas, según el cual todo pueblo tiene “su verdad”, tan válida como otra: en Irán el ayatolá Z explica los temblores recientes, de Haití a China, por la maldad de las mujeres: son éstas, por inducir a los castos hombres al pecado, las que causan terremotos. Explicación tan válida como la “occidental”: la corteza terrestre está flotando en magma y rota en pedazos que se traslapan de vez en cuando.
Los obispos católicos no se quedan atrás: fuerzan a niños y jóvenes a causa de ver tanto pecado, se les antoja. Y tienen razón: se llaman “neuronas espejo” las que responden cuando oímos o vemos algo que, realizado por nosotros, proviene de esa zona cerebral. De ahí el éxito de la pornografía. Trajeron al Papa a santificar un vidente del que no hay rastro histórico alguno y en el que no creía ni el abad de Guadalupe ni autoridad religiosa alguna en todo el siglo y medio anterior a 1648, cuando se inventaron las apariciones; a diario convierten pan en el cuerpo y la sangre de Jesús… y se lo comen, como cualquier caníbal.
Tras de canibalizar a Jesús en misa, Evo Morales, presidente indio de Bolivia, sale a decirnos un pequeño listado de barbaridades y se queda tan orondo: Que la homosexualidad la producen los pollos transgénicos engordados con hormonas femeninas.
Por si algo faltara al analfabeta que preside Bolivia, los pollos engordados con hormonas no son transgénicos porque no se ha actuado sobre su ADN (que alguien le explique a Evo qué es eso, a mí me da flojera). Evo es prueba del democrático reparto de la estupidez entre todas las razas.
25.4.10
medioEVO
hablando de imbéciles –me refiero a cepeda– no quería dejar pasar lo escupido la semana pasada por evo morales sobre pollos, calvos y homosexuales entre otras tonterías. pero mejor aquí algo de lo que hoy publica luis gonzález alva en milenio:
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