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desde
bldgblog llego a este proyecto de teatro
mínimo: el teatro para uno de
lo-tek y christine jones. tras varios meses de trabajo en el proyecto de un trio de teatros y de escuchar a consultores especialistas en teatros hablar, con razón y certeza, del sentido de comunidad necesario al espacio teatral, no puedo más que envidiar esta idea de un teatro reducido al mínimo. el
teatro para uno –"inspirado en los
peep-shows y en los confesionarios" (una forma perversa de peep-show invertido)– es realmente un teatro para dos: un actor y un espectador. sin ese par no puede darse el teatro
para uno.
eso me recordó lo que en el primer volumen de sus esferas dice peter sloterdijk: que la unidad fundamental humana es una pareja, aquella formada en principio por la madre y el hijo –y también dice, comentando a lao-tse, que el sabio es su propia madre, es aquél que desmantela la unidad básica para constituir una aparentemente más simple aunque mucho más compleja: la del individuo quien, como antonin artaud –el del teatro de la crueldad–, podrá decir yo soy mi padre, yo soy mi madre, yo soy mi hijo y soy yo mismo.
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