qué emoción. pero no, no son imagenes filtradas de los ensayos que se realizan en secreto para el magno festejo del bi/centenario, no. hace veinte años vi el desfile que para los 200 de la revolución francesa organizó jean paul goude. aun lo recuerdo. pero temo –no, no lo temo, como no temía que méxico no llegara al añorado quinto partido–, supongo que aquí las cosas no serán iguales. ¿debieran ser iguales? no, claro.
recuerdo aun las ideas de goude –percusiones del mundo entero, gente del mundo entero, trajes del mundo entero, músicas del mundo entero, al final una negra (la extraordinaria jessye norman) cantando la marsellesa enfundada en un vestido/bandera francesa (aquí el video)– y, sobre todo, su efecto. claro, goude es un publicista y el efecto está ante todo. y sin embargo, ahí había ideas. recuerdo también haber oido algunas críticas, más bien reclamos: por qué tanto negro. bastaba recordar la relación de goude con grace jones para tener una respuesta personal. en el fondo, pese a los ofendidos seguidores de le pen, era una actitud muy francesa: asumir que la revolución francesa no sólo cambió a ese país sino, desde ahí, al mundo entero y, como diría buzz lightyear, más allá –¿no es la declaración de los derechos del hombre universal?
¿con qué ideas se rellenará el muy necesario espectáculo aquí?
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