12.8.10

arquitecturas parlamentarias

el jueves pasado, en el patio del senado de la república, fue presentado el libro arquitecturas parlamentarias, de axel arañó y jose miguel gonzález. lo presentaron

teodoro gonzález de león, jesús silva herzog márquez y felipe leal, consuelo saizar por el cnca, carlos navarrete por el senado y, moderando, alonso lujambio, de la sep, además de los autores.

el primero en hablar fue teodoro gonzález de león quien, tras elogiar la investigación y el trabajo de hacer comparables, en dibujos y fotografías, todos los recintos parlamentarios del país, describió que de los 34, más de las dos terceras partes tienen forma de auditorio y del resto, sólo uno tiene bancadas enfrentadas, siguiendo el modelo del parlamento inglés, los otros son medias herraduras. Los auditorios, dijo, pese al nombre, son espacios pensados para ver o, más bien, para que una audiencia pasiva y paciente escuche con atención lo que dice un actor. No son, digamos, formas del diálogo o, especificando, formas espaciales que favorezcan el diálogo. Añadió: los edificios de cámaras de diputados o senadores en forma de auditorios son –como demuestran los enormes de la ex unión soviética o los chinos– expresiones del autoritarismo.

después de la intervención de gonzález de león, habló jesús silva herzog márquez. lo que dijo puede leerse en su blog, pero retomo aquí algunos fragmentos:

"dictaduras y repúblicas han entendido el poder de la arquitectura. todo régimen político necesita expresarse visualmente: requiere continentes y volúmenes; precisa símbolos y ritos. y porque la continuidad de una nación aspira a alguna trascendencia, también requiere templos. sitios revestidos de alguna solemnidad para la escenificación de las ceremonias de renovación y de cambio."

dijo también que “la arquitectura parlamentaria mexicana es francamente anodina, una arquitectura carente de personalidad. se trata de una arquitectura que no vive con frescura su tradición ni con naturalidad el tiempo presente. neocolonialismo helado y modernidad de centro comercial.” el mejor ejemplo –por malo– de esto es también el mayor: el palacio legislativo de san lázaro, obra de pedro ramírez vázquez y que silva herzog califica, con precisión, de arquitectura fascista:

“la monstruosidad arquitectónica de san lázaro es buen símbolo del régimen hegemónico que celebraba. más que culminación de la arquitectura nacionalista, se trata de una muestra de arquitectura fascista. lo es por las dimensiones del edificio, la solidez impenetrable de lo pétreo; la sacralización de lo nacional, la disposición reverencial del auditorio. el presidencialismo retratado en su ambición, en su poder y en su mal gusto.”

silva-herzog terminó su intervención con un guiño a lujambio y una doble crítica a nuestra modesta, enclenque democracia: “el más lúcido politólogo de mi generación –dijo– tuvo el acierto de calificar nuestra democracia como tonta. después de recorrer el libro de nuestra arquitectura parlamentaria, quisiera agregar otro adjetivo: tenemos una democracia horrible.”

curioso fue que, tras los comentarios de gonzález de león y, en especial, de silva-herzog, lujambio prefirió apaciguar la tormenta crítica que se avisaba. se habló de la historia del inconcluso palacio legislativo en tiempos de don porfirio y del aun inconcluso edificio del senado en reforma e insurgentes, de la edición del libro y, para terminar, carlos navarrete habló de la manera como funciona el senado en méxico. respondió al comentario de gonzález de léon –que los recintos parlamentarios en méxico no son espacios propicios para el diálogo– con una curiosa explicación que, a mi entender, validaba la crítica del primero: al llegar al edificio del senado, dijo, las propuestas ya han sido discutidas y acordadas en comisiones, en las oficinas de los senadores o incluso en restaurantes. en fin.

el helenista francés jean pierre vernant explicó varias veces el peso de la invención de un espacio específico –el ágora– y la condición que implicaba –la isonomía: que cualquiera hay presente en tanto ciudadano tenía en principio el mismo derecho a opinar– en el surgimiento de la democracia griega. también la manera como algunos artilugios técnicos –como la retórica, por ejemplo– y la necesidad de trasladar a la asamblea de la plaza pública, horizontal –donde la búsqueda de acuerdos generaba un reacomodo espacial de los asistentes que la misma plaza hacía posible– al teatro –donde era mucho más fácil asignar e identificar posiciones, tanto físicas como políticas– transformaron el ejercicio de la misma. el libro making thing public, atmospheres of democracy, editado por bruno latour y peter weibel, trata de la manera como están imbricados el espacio político y el espacio físico de las cosas, la arquitectura –no sólo metafórica– de los sistemas políticos y las arquitecturas –no sólo físicas– en que dichos sistemas tienen lugar.

1 comentario:

Ulises dijo...

Excelentes notas, hacia falta un blog de arquitectura con contenido propio e información "local".

Saludos.