15.11.10

mies es más





así titula una entrada en su blog lebbeus woods en la que comenta un texto de danielle aubert, lana cavar y natasha candani –de placement–, publicado en el nyt con fotos de corine vermeulen. lebbeus woods escribe:

a minimal architecture enables a maximum variety of living within. the spare and relatively neutral frame that such an architecture places around space not only allows without conflict all manner of furniture, bric-a-brac, appliances, artworks, as well as human activities to exist within it, but actively invites them in order to relieve its own plainness and sameness. heavily ornamented or aggressively shaped walls, floors and ceilings defining spaces demand not only attention but also respect for what they express in themselves. If they are not respected, by juxtaposing against them aggressively different things, then the result will be aesthetically uneasy and perhaps unpleasant, depending on one’s tolerance of or taste for conflict. The neutrality of modern architecture such as that of mies, rietveld, le corbusier, and later works by gropius, breuer, and bunshaft was argued as its great virtue because it did not (or so the argument goes) impose aesthetic values on an open, free, democratic society.

lo que plantea woods me hizo recordar un texto de detlef mertins, titulado la misma diferencia y publicado en filogénesis, las especies de foreign office architects:

la búsqueda del espacio universal de mies no pimplica una concepción limitada de la función, sino un enfoque generoso y abierto a la forma de vivir, a pesar de la lógica de la producción industrial y de la sociedad de masas, que el arquitecto aceptaba como una particularidad que debía explorarse. si no analisamos únicamente las formas de mies, sino también los estilos de vida que engendran, su búsqueda de lo universal en las condiciones históricas de la época modernan adoptan el carácter de una estrategia implacablemente desestabilizadora en la práctica de la arquitectura e incluso de su propio trabajo.

lo verdaderamente universal del espacio universal de mies no es, al fin y al cabo, la trama, que es simplemente uno de los múltiples recursos de ordenación y sólo aparece reflejado fuertemente en la planta, sino la singularidad de una gran sala no estructurada –una arquitectura que mies describió como "casi nada", un vacío emparedado entre dos planos horizontales ininterrumpidos en lo que todo o nada puede ocurrir. su relativa vacuidad transforma la jaula de hierro de la racionalidad industrial en un instrumento que permite configuraciones sociales emergentes y acontecimientos no previstos.

(gracias a humberto castro por dirigir mi atención a la entrada en el blog de lebbeus woods)

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