30.5.11

estelas de la estela

hoy el periódico reforma publica esta imagen de los trabajos para la ya famosa estela del bicentenario + 1. y aunque las obras de cimentación para este monumento han resultado de una complejidad cercana a la de su vecina, la torre be bbva-bancomer –que tendrá prácticamente la misma altura que la torre mayor, 230 metros–, el avance desde que, también en reforma, se publicó esta otra foto hace pensar que tampoco estará listo el monumento para "finales" de este año. pero además del atraso, en el artículo del periódico ingenieros comentan la serie de errores y fallas que se han ido sumando en el proceso de diseño y construcción de esta obra. a la torpe elección del sitio en un punto vial y peatonal conflictivo que el proyecto, en una fase ahora abandonada, intentaba solucionar, pero que además "presenta una falla geológica", hay que sumar errores de cálculo y, mucho peor, decisiones que parecen inexplicables.

por ejemplo: según neftalí rodríguez cuevas, del instituto de ingeniería de la unam, cuando le demostraron a césar pérez becerril –arquitecto del proyecto– que las columnas de la estela debían ser de 1.21 metros de diámetro, el se opuso. hasta ahí, cualquier arquitecto estaría de acuerdo: es tradicional la lucha entre ingenieros y arquitectos porque los últimos generalmente buscamos estructuras esbeltas y ligeras y los primeros, también generalmelntle, prefieren conseguir la resistencia necesaria por vías del volúmen. lo curioso y, finalmente, irritante de ser cierto, es que el arquitecto haya decidido que el diámetro de sus columnas debía ser de 81 centímetros: 1810, sin el uno y sin el cero. al consejo de los ingenieros de crecer el diámetro el arquitecto aceptó, a 91 centímetros: 1910 sin el uno y sin el cero. me resisto a creer que esa pueda ser la razón del arquitecto, pero el que la estela mida 104 metros –dos veces 52, el ciclo precolombino que, metafóricamente, pasan por los dos siglos de la independencia– hace pensar que semajante esoterismo formal sea posible.

cuando daniel libeskind propuso, para la torre que sustituiría a las gemelas de nueva york, una de 1776 pies de altura –por el año de la independencia de los estados unidos–, herbert muschamp calificó su arquitectura –por esa y otras razones similares– de preilustrada –o, dicho de otra forma, premoderna: anclada en simbolismos que, para entenderse y hacer sentido, deben ser compartidos por todos (generalmente de manera más forzosa que voluntaria). así, a la petición premoderna y preilustrada de nuestros gobernantes de hacer un monumento al bicentenario, el arquitecto ganador del concurso respondió con una propuesta de aparente abstracción pero oculto simbolismo, igualmente premoderna y preilustrada. así, que el diámetro de la columna no responda a razónes estructurales ni, excusa común entre arquitectos, estéticas o formales, sino seudosimbolismos numéricos –al año de la independencia quítale la primera cifra y la última, divídelo entre el número de generales que lucharon en la revolución y tendrás el espesor del acero–, parece triste pero lógica consecuencia de esa provinciana manera de ver el mundo tan en uso entre nuestras clases gobernantes.

1 comentario:

fabricio dijo...

si fue la justificacion de Becerril de los 81 y 91 cms, es infantil y condescendiente de la clase politica que ve en la numerologia un bastion para dignificar los ciclos sociales. bueno. se subestima el poder imaginativo de los defectuosos y provincianos que necesitamos una lección preescolar de matematica sagrada para anclar en los lobulos cerebrales el tatuaje numerico del festejo.el monumento dejo de ser alegorico en el arranque de la modernidad en mexico, a ser algoritmico minimalista en el aun arranque de la modernidad en mexico. tal vez para el siglo 22. y el monumento sera alegorico, algebraico,cabalistico y seguramente apocaliptico.

Fabricio Lazaro Villaverde-Oaxaca