30.8.11

del pie al pedal

hace algunos millones de años algún dios, la mismísima evolución o simplemente el azar, le susurró al oído a nuestro más antiguo ancestro: levántate y anda. el mono o similar obedeció y se puso a caminar erguido, lo que permitió que muchos años después, exactamente en 1929, georges bataille publicara en el sexto número de la revista documents un texto titulado le gros orteil dedicado, como el título indica, al dedo gordo del pié, el más humano de los apéndices con que contamos pues, según explica bataille, su conformación y posición permitió que cumpliéramos con la consigna de levantarnos y andar en dos patas, generando, dice bataille, esa erección de la que los hombres estamos tan orgullosos.

y si bataille asegura que el dedo gordo es la mas humana de nuestras partes, no es porque desprecie ni a la lengua ni a la mano, ni al ojo ni al cerebro, sino porque asume que éstos se desarrollan gracias a la posibilidad que les ofrece el dedo gordo al permitirnos levantarnos. de pie en dos patas, el mundo se abre en horizonte, la cara se vuelve expresiva y la voz articulada; las dos patas sobrantes se transformaron en manos, primer aditamento tecnológico. además, argumenta bataille, la verticalidad recién adquirida nos colocó en una posición digestiva radicalmente distinta a la de los demás seres vivos, con grandes implicaciones filosóficas. los animales –explica– comen y descomen lo comido prácticamente en el mismo plano que el suelo, paralelos a la tierra. así, ni se distinguen ni se distancian de lo que comen, del mundo material que los alimenta –son, dice en un guiño a nietszche, como gotas de agua en el mar. el ser humano, de pie en dos patas, gira su eje digestivo y genera un proceso que más allá de la analogía se repite en toda su producción material e intelectual. para comer, primero eleva la materia de un nivel rasante con la tierra, la sublima antes de ingerirla –y toda la gastronomía no es ni más ni menos que la continuación de esta elevación primordial de la materia nutritiva– y luego, llegado su momento, extraída la energía necesaria del alimento, devuelve la materia al bajo mundo de la tierra. como la gastronomía, la espiritualidad no es más que efecto del proceso digestivo de los bípedos. bataille no elogia esa separación del mundo en el bajo y el alto, el material y el espiritual, al contrario. pero la explica mediante ese no siempre agraciado componente de nuestros pies, el dedo gordo, y sus efectos digestivo-motrices.

tras pararse en dos patas, los humanos probaron cualquier otra postura posible: se sentaron, se acuclillaron y se recostaron; se montaron en cualquier animal o cosa que pudiera llevarlos más lejos, más rápido o más alto, hasta que un día, como eco tardío de aquél primer impulso humano –levantarse y andar–, una voz le sugirió con serenidad y sabiduría: y ahora, siéntate y pedalea. entonces inventó la bicicleta.

1 comentario:

dinamiteroloco dijo...

En cada pie hay 26 huesos. Los huesos en los pies representan la cuarta parte de los huesos del cuerpo humano. Así de complejo es.