los nombres de las calles no dejan lugar a duda: entre la avenida del taller al norte y la calle yunque al sur, cinco bloques limitados por las calles, de poniente a oriente, torno, martillo, escuadra, compás y cincel y terminando en la calzada de balbuena –la única que, desde los años 30, ha cambiado de nombre y hoy es avenida congreso de la unión– donde, en 1934, se terminó de construir un conjunto de 108 casas modelo para obreros. no era el primer conjunto pensado para obreros en méxico en el siglo XX, pero sí el primero que iba más allá del mero trazo de las calles y la urbanización, incluyendo el diseño y la construcción de las casas. tras la revolución de 1910, el problema de la vivienda social o popular en la ciudad de méxico ya era importante. si la ciudad había iniciado el siglo con apenas 400 mil habitantes, para 1930 ya rebasaba el millón, sobre todo a causa de una migración derivada tanto de los conflictos armados como del posterior desarrollo económico en la década de los 20. en 1922 se había planeado la colonia postal, para trabajadores de la oficina de correos, que no llegaría a construirse hasta mucho tiempo después, y en 1924 la colonia federal, para empleados de la secretaría de gobernación: un fraccionamiento al lado de las pistas de aviación de balbuena, que se convertirían en el aeropuerto Internacional de la ciudad de méxico, con un trazo octagonal que aún puede verse al aterrizar(1).
en 1932 apareció en el periódico el universal una convocatoria publicada por el muestrario de la construcción moderna, empresa dirigida por el carlos obregón santacilia, invitando a ingenieros y arquitectos mexicanos a participar en un concurso que tenía como objetivo “analizar las condiciones espaciales dentro de las que se desarrollaba la vida de la población asalariada, proponer las mejoras convenientes para su dignificación y concluir con el diseño de una vivienda tipo que renovara la calidad de vida de la clase proletaria” (2). el primer premio fue para juan legarreta, el segundo para enrique yánez y un tercero ex equo para carlos tarditi y augusto pérez palacios. juan o’gorman obtuvo una mención al presentar un proyecto para un multifamiliar en vez de una casa (3).
juan legarreta (1902-1934) era “un caso muy especial. su carácter –según israel katzman– estaba condicionado por un defecto corporal, pues sufrió de parálisis total de las dos piernas desde los veinte años. su entrega y tenacidad, admirados por sus compañeros, le abrieron muchas puertas. era inconforme, rebelde, cortante y casi lo cegaba una sola idea: que había que dotar de casas a las multitudes desposeídas” (4). su difícil carácter queda demostrado en el “resumen pragmático” de la conferencia que dictó en la serie de pláticas organizada por alfonso pallares en la sociedad de arquitectos mexicanos con el fin de discutir la pertinencia de la recién importada arquitectura funcionalista frente a la corriente tradicional. al enviarle la versión taquigráfica de su conferencia –escribe pallares en la nota preliminar a la edición que las recoge–, legarreta devolvió una breve nota autógrafa: “un pueblo que vive en jacales y cuartos redondos no puede hablar de arquitectura. haremos las casas del pueblo. estetas y retóricos –¡ojalá mueran todos!– harán después sus discusiones” (5).
legarreta había construido ya una vivienda obrera que había sido su proyecto final de carrera, cumpliendo a veces, dice irónico katzman, su propósito de realizar arquitectura fea (6). el problema de la vivienda obrera o popular en méxico se veía entonces como un problema eminentemente técnico y económico –en la revista tolteca se reportaba que la casa propuesta por legarreta podría construirse con un costo de cinco mil pesos, terreno incluido (7). el conjunto de balbuena tenía tres tipos de casas, que iban de los 44 a los 66 metros cuadrados. la más pequeña era de un solo nivel y las grandes incluían o bien un taller o un espacio comercial.
tras el conjunto de balbuena se hicieron otros dos, pero el tema de la vivienda obrera no tuvo grandes consecuencias. la mayor parte del crecimiento urbano se dio sin la planeación por participación de urbanistas ni arquitectos. sería hasta finales de los años 40, cuando mario pani volviera a hacer un intento de vivienda social con su centro urbano presidente alemán (1948), construyendo en un bloque donde se buscaba hacer poco más de cien casas un edificio de inspiración corbusiana con más de mil unidades y, al mismo tiempo, dejando libre el 75% del sitio. pani proyectaría después más conjuntos habitacionales, como el juárez o santa fe, culminando con el conjunto de nonoalco-tlatelolco, en 1964, con casi 12 mil unidades. sin embargo, al mismo tiempo que se construían estos desarrollos, surgía al oriente de la capital, en los terrenos desecados del lago, ciudad nezahualcóyotl, que, a pesar de sus inicios informales y de la autoconstrucción, hoy se ha consolidado con una población superior al millón de habitantes, mientras que los desarrollos de vivienda social planificados entre los años 30 y 70, se encuentran, en gran parte, en malas condiciones o muy transformados. es el caso del conjunto diseñado por legarreta. las pequeñas casas fueron pronto transformadas por sus ocupantes. el patio trasero que formaba un gran jardín al centro de lo bloques sirvió de terreno para ampliaciones y el estilo austero aderezado por adornos de muy variados estilos. la ciudad de méxico sigue creciendo hacia su periferia, tanto en desarrollos comerciales como en zonas informales, con casas –en el caso de la vivienda popular– que no rebasan los metros cuadrados de las construidas por legarreta, pero que la publicidad –o la necesidad– logran presentar como la casa ideal que todos hemos soñado.
1 Ayala Alonso, Enrique, “Vivienda de masas en México”, en Habitar la casa: historia, actualidad y prospectiva, UAM, México, 2010, pp.111-125.
2 De Anda, Enrique X. El proyecto de Juan O’Gorman para el concurso de la “vivienda obrera” de 1932, Arquine 20, verano 2002, p.65.
3 Ayala Alonso, ibid.
4 Katzman, Israel. Arquitectura Contemporánea Mexicana, Instituto Nacional de Antropología e Historia, SEP, 1964, p.151.
5 Pláticas sobre Arquitectura, 1933, en Cuadernos de arquitectura, 1, Conaculta, INBA, México 2001.
6 Katzman, op.cit.
7 López García, Juan. El arquitecto Carlos Obregón Santacilia: la tradición arquitectónica mexicana (nacimiento, invención y renovación), Tesis no publicada, ETSAB, Barcelona, p.323.
2 comentarios:
Muy buena foto. La disposición de aberturas es muy sofisticada para la época.
Me encanto la información, no estaría mal una planta de conjunto. O algo parecido...
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