9.6.12

el angelus a medias



dalí estaba obsesionado con ese cuadro. al grado que lo usó como referencia en sus propias pinturas varias veces, coleccionaba postales que lo reproducían y caricaturizaban, y le dedicó un libro : "el mito trágico del «ángelus» de millet." para dalí, detrás de la bucólica imagen se esconde una tragedia que se revela a partir de su interpretación paranoico-crítica, que supone la libre asociación de ideas y su rigurosa reinterpretación. en el ángelus dalí ve el mito de la fertilidad y su contrario: la tragedia de la infertilidad. ve también la compleja relación entre lo masculino y lo femenino. si el ángelus es, como dice el diccionario, "la oración en honor del misterio de la encarnación," dalí aquí ve el misterio de lo femenino y de la carne, de la reproducción y su negación. millet dudó, presume dalí, entre pintar una tumba en vez del canasto con los frutos de la tierra. una pequeña tumba para un hijo nacido muerto. dalí también ve en la actitud de la mujer-madre una clara alusión a la mantis religiosa, conocida por devorar a su pareja tras el acoplamiento. el hombre no es más que una ruina, un instrumento como la carretilla y el trinche, desarmado y casi inútil ante el poder productivo y reproductivo de la mujer y de la tierra.

siempre que veo la foto de luis barragán en el pedregal, apoyado con una mano en su bastón y con una manzana mordida en la otra mano, tomada probablemente por armando salas portugal, pienso en un ángelus a medias. falta el otro femenino que seduce y exige la reproducción. la tierra yerma, cubierta de piedra volcánica y mala yerba, tampoco invita al cultivo. barragán, en su ángelus a medias, ocupa el puesto central. es una máquina soltera que rechaza la reproducción y fija su mirada altiva en el horizonte lejano, no en el suelo como los personajes del ángelus de millet. barragán es un arquitecto, no un campesino. la tierra no la cultiva ni se reproduce en una prole infinita. se mide, solo, entre el suelo y el horizonte, consigo mismo.

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