31.1.13

los dos raseros del delegado


"por una bj sin comercio irregular" –se lee en la portada del primer número del órgano informativo delegacional de la benito juárez. el encabezado acompaña una foto de una estrecha banqueta donde, supuestamente para evitar que vendedores ambulantes instalen sus puestos, se construyeron unas terribles jardinaras –mala copia de las no muy afortunadas del camellón de reforma– que, además de afear, estorban. es una idea muy simplona, o muy perversa, pensar que un estorbo –las pirámides-jardineras mal hechas o los cubos-jardineras que rodean a varios centros comerciales de la delegación– es mejor que otro –los ambulantes.

ya lo escribí aquí : detesto a los ambulantes: estorban y además afean. pero también escribí ahí mismo que entiendo que el problema urbano –los puestos que ensucian y ocupan espacio de manera ilegal– es sólo una parte de un problema más complejo, principalmente económico y social. también he escrito –cuando el asunto de los parquímetros en la roma y la condesa– que hay que reconocer el derecho a la ciudad negado a buena parte de los habitantes de esta ciudad –y del país– sin tampoco confundir simplemente –y, creo, erróneamente– informalidad y pobreza –no es que la segunda sea causa simple y directa de la primera, sino  que a veces la primera termina consolidando a la segunda.


tampoco hay que confundir "formalidad" con legalidad. las imágenes sobre estas líneas las tomé hace un par de semanas, un viernes, entre las 3 y las 4 de la tarde, a lo largo de división del norte, entre gabriel mancera y popocatépetl. las banquetas están ocupadas en buena parte por autos, camiones y muestrarios de los productos que venden las tiendas sobre esa avenida –y que también apartan lugares de estacionamiento. es difícil caminar ahí.

estas imágenes las he enviado repetidas veces a la cuenta de twitter de jorge romero herrera, delegado de la benito juárez –que presume mantener una estrecha comunicación por ese medio con quienes vivimos en la zona. jamás he tenido respuesta. pero veo cómo exhibe –y no sólo en twitter, también en entrevistas para distintos medios– su dedicación para acabar con el comercio ambulante.


mi pregunta es simple: ¿el problema es la informalidad o la ocupación ilegal de la banqueta y la calle? porque si se trata de lo segundo, podría decir que prácticamente ningún negocio establecido sobre división del norte respeta las reglas y que ocupan el espacio público como quieren –y son los mismos que se oponen duramente a la ciclovía en esa calle, alegando que les quitaría clientes [el tema de si la ciclopista estará bien planeada, es  otro asunto].

el problema, pienso, es que el delegado, como muchos otros, tienen un doble rasero a la hora de pensar en la ocupación del espacio público: el ambulante viola la ley, el comercio establecido sólo ejerce su derecho. ¡falso! tanta ilegalidad la del puesto de jugos y tortas como la de una terraza sin permiso o de la tienda de muebles de baño, o la concesionaria de coches o, para el caso, del vecino que estaciona su coche a lo ancho de la banqueta.

¿qué hacer? como con los parquímetros, habrá quienes piensen que el problema es tan complejo –rebasando el tema del uso racional del espacio público– que con aplicar reglas y ordenar no se soluciona nada. como con los parquímetros, asumo que hacer que las banquetas sean caminables no termina con los graves problemas de desigualdad, marginación y pobreza en el país, pero pienso que pueden ser pasos útiles para que todos vivamos en una mejor ciudad.

lo que si no se vale, pienso, es el doble rasero.

No hay comentarios.: