15.7.13

la imagen de la ciudad









toda ciudad es más que una imagen: es una colección de imágenes. por eso probablemente hasta la invención de la fotografía y después del cine, no había mejor manera de presentarla que en un relato escrito. incluso los impresionistas, que se dividían entre plenerístas amantes del paisaje y noctámbulos que se perdían en lo más oscuro de las ciudades, pintaban series de imágenes pues, supongo, una sola no les bastaba para describir ese enjambre muchas veces caótico de espacios, letreros, movimiento y gente, mucha gente, en que se habían convertido las ciudades modernas.

por eso resulta curioso que el más reciente video que pretende servir de propaganda turística a la ciudad de méxico, reduzca "una ciudad tan diversa que te hace sentir que no hay tiempo suficiente para disfrutarla" —así se dice, en inglés, en el video que comento— a siete edificios —tal vez se me haya ido alguno pero vi el hotel condesa, varias veces, el museo soumaya y sus alrededores, también varias veces, el restaurante tori tori, el castillo de chapultepec, la catedral y el monumento a la revolución y el zócalo además de vistas aéreas del paseo de la reforma. nada más. no hubo garibaldi con mariachis ni trajineras en xochimilco, no hubo día de reyes en la alameda —aunque ese sí parece que la remodelación que le hicieron lo abolío— ni el de san judas cada 28 de mes. tampoco día de muertos en mixquic. no existe la ciudad universitaria ni cuicuilco, ni polanco ni la roma. menos tepito o la lagunilla. casi tampoco hay gente: ni danzantes de semáforo ni los de los aerobics prehispánicos del zócalo, no hay niños jugando en los parques ni vendedores de coloridas frutas tropicales en mercados —que a los extranjeros encantan. no existen ni o'gorman, ni pani, ni ramírez vazquez, ni tampoco rivera o siqueiros, ni las ruinas del templo mayor, digamos. ¿por qué tan poco se muestra, y por qué sólo eso?

si, por mera curiosidad, buscamos en la red otros videos similares, veremos que uno de parís —quizá menos producido que el mexicano— muestra mucho: muchos monumentos, muchos museos, edificios y varias calles, hasta un mercado y gente: turistas y locales. igual uno de nueva york y otro de hong kong, por ejemplo. parece que el video mexicano lo pensaron y grabaron un trío de hábiles estudiantes de comunicación y decidieron, no se si por ignorancia o por pura ironía, hacer todas las tomas en los lugares donde discutían de qué se iba a tratar. o tal vez no, tal vez pensaron que ya chole con los mariachis y las serpentinas y la canción de guadalupe trigo; que la ciudad ya no es chinampa en un mar escondido porque pronto xochimilco será otro de los recuerdos del porvenir. que garibaldi no da buena imagen porque ahí matan a golpes a nietos de famosos luchadores sociales y de tepito, ni hablar: sus habitantes tienen mala fama y desaparecen sin dejar rastros poniendo al gobierno en aprietos. o, finalmente, tal vez pensaron que todo eso ya está muy visto, que ya aburrió al turista y que para competir con nueva york, parís o hong kong, nosotros tenemos siete, siete edificios: un hotel, un restaurante, un museo más bien mediocre, una plaza, una catedral, un monumento con mirador y una calle para pasear en convertible.

1 comentario:

Daniel Daou dijo...

Este texto me deja pensando, a quién está dirigido el video, pero sobre todo y más preocupantemente, quién lo hizo, quiénes lo encargaron, con qué dinero se pagó.

Al ver por primera vez el video la semana pasada, me abstuve de hacer comentarios porque preferí darle el beneficio de la duda: es un video que está dirigido a un turista (consumidor) particular: uno con alto poder adquisitivo, soltero, de preferencia del género femenino. Estos son los turistas más rentables y a los que más trabajo cuesta convencer. El video hace un fantástico trabajo dirigiéndose a este nicho específico.

Eso concluí y me quedé callado. Y con la espina. Es fácil dilucidar sobre a quién está dirigido el video. Se complica más el dilucidar sobre quién produce el video y ahí está el problema: O los encargados son descaradamente excluyentes o pecan de ingenuos en su lógica neoliberal de "trickle down economics."

Excluyentes porque el video es, como observa el texto, una muestra bastante sesgada de la ciudad que sin embargo se presenta como si fuera "una probadita de toda la diversidad" que hay en ella. El video podría ser transparente en su parcialidad, pero lo omite y por su omisión cae en lo pretencioso.

Más preocupante aún sería si los reponsables creen genuinamente en la lógica neoliberal del "trickle down economics" que sostiene que beneficiar a los que más tienen (los hoteles boutique, las joyerías, los restaurantes de lujo) eventualmente termina beneficiando a todos por la manera en la que el dinero percola a través de los estratosa sociales (metáfora que el ciclo económico de la última década ha probado más que fallida).

Me temo que puesto así, cabría la posibilidad de que el video no fuera nada más que publicidad privada pagada con dinero público.