2.7.13

tres estructuras


ayer encontré en facebook una planta de la torre jumex, del despacho de fernando romero, en la que con círculos rojos habían marcado los puntos en que la estructura física, constructiva del edificio interfería —de manera notoria— con la estructura espacial: las columnas que sostienen la construcción a veces se encuentran libres pero no muy a su aire en algunos espacios de los departamentos y otras quedan arrinconadas, pegadas a muros o francamente estorbando el paso. parece ser el resultado del choque entre una estructura espacial ortogonal —la de los muros divisorios y el amueblado—, el perfil curvo de la planta y el compromiso entre ambos que tiene que hacer la trama de las columnas. algo que no pasa, por ejemplo, en las dos torres cilíndricas de marina city, diseñadas por bertrand goldberg —quien decía que la naturaleza no tiene líneas rectas—, donde la estructura de concreto armado —novedosa en su momento— es radial y sirve para organizar también la estructura espacial de los apartamentos.

pero la planta me hizo pensar en una tercera estructura: la estructura social de méxico. recuerdo alguna vez haber leído acerca de las casas construidas en los años 50 en el pedregal de san ángel por arquitectos como francisco artigas, antonio attolini o manuel rossen, que eran como las case study houses californianas sólo que más grandes y con cuartos de servicio. en otras palabras, aquellas casas californianas eran casas modernas para familias modernas de clase media, mientras que las casas mexicanas del pedregal eran casas de apariencia moderna para familias tradicionales de clase acomodada. de las case study houses dice iñaki ábalos que "su domesticidad ha sido deducida empíricamente: ni es demasiado grande —no preocupa la representatividad del espacio sino su mantenimiento—, ni demasiado pequeña, pues en ella debe haber espacio para que cada miembro de la familia lleve una vida autónoma." se trata —agrega— de una "casa mecanizada, pensada para evitar en lo posible tareas ingratas, que parte de la idea de la eliminación completa de los sirvientes." las casas del pedregal, en cambio, son pequeñas haciendas travestidas en pabellón miesiano.

el cuarto para el servicio delata, pues, nuestra —anticuada e injusta— estructura social. aun más: "la arquitectura —como escribió arturo ortíz— es cómplice de los valores dominantes de una sociedad." por lo general esos cuartos —continúa— "están destinados a mujeres de clase social baja, me atrevo a decir que en su mayoría de piel más oscura que la de sus patrones, sin derecho a decidir cuándo entran o salen de sus áreas laborales durante una semana —normalmente tienen que solicitar un permiso para salir—; no tienen horario fijo ya que trabajan las horas que la familia necesita; no tienen permitido invitar a amigas a tomar un café a su cuarto, o salir con ellas a media tarde. sin lugar a dudas tienen prohibido llevar amantes a su habitación. [...] no cuentan con seguro social, contrato laboral, infonavit y ninguna de las prestaciones a las que por ley tienen derecho. si bien en méxico parece ser "normal" que en cada casa exista una habitación destinada a una empleada doméstica en estas condiciones, cuando este tema es abierto en países desarrollados queda la sensación de que son cuartos para esclavas."

vuelvo a marina city: el proyecto de goldberg no sólo resulta inovador por su forma y su estructura, sino por plantear un desarrollo de usos mixtos con dos torres para vivienda de 60 pisos cada una, con tres tipos de departamentos —estudios, departamentos pequeños y otros medianos—, destinadas a lo que podríamos llamar "vivienda social" y que, además, fue parte de la rehabilitación de una zona hasta entonces abandonada en la ciudad de chicago. si marina city hubiera sido novedosa tan solo por su forma, poco habría hoy que hablar de ese proyecto. el proyecto de la torre jumex, en cambio, parece que no logra conjuntar su supuesta novedad formal con una propuesta constructiva, habitacional, urbana y mucho menos social. un edificio en donde las columnas estorban al paso y al amueblado puede ser un error arquitectónico; un proyecto para un departamento de más de 300 metros cuadrados donde el cuarto de servicio no tiene más de 7 metros cuadrados, sin iluminación ni ventilación naturales y al que sólo se puede entrar pasando por la cocina y el cuarto de lavado es peor que un error: una indecencia.

ps. en el edificio del 432 de park avenue, que será la torre habitacional más alta no sólo de nueva york sino del hemisferio occidental, los estudios para el personal de servicio, en los pisos 28 y 29, tienen un costo entre 1.5 y 3.9 millones de dólares.

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