7.6.10
las rejas de chapultepec
tras escribir la entrada anterior me dirigí al museo tamayo, en chapultepec, al coctel de presentación de postópolis df. fui, suponíendome civilizado, en metro. me bajé en la estación más cercana: chapultepec. eran las 7.20 pm. las rejas de chapultepec, por una razón que jamás he sabido pero que supongo algo tendrá que ver con seguridad y con esa paranoica obsesión por cercar cualquier espacio donde alguien pueda hacer algo, lo que sea –bueno o malo– se cierran, lorquianamente, a las cinco de la tarde, a las cinco –o a las seis, da igual, aunque ya lorca no vendría al caso. entrar a chapultepec a pie, desde el metro, se vuelve si no imposible sí difícil y hasta peligroso. no sólo por los mal olientes pasos a desnivel sino, sobre todo, por que el peatón es en esta ciudad un ser imaginario y, por tanto, parece no requerir ni de banquetas, ni de pasos pintados en las calles, ni de semáforos para que los poco civilizados automovilistas chilangos hagan un alto y los dejen pasar.y como presidentes, gobernadores, secretarios y directores son llevados hasta la puerta a donde vayan en sus autos con chofer desconocen las penas que sufre el peatón. por eso, tal vez, prefieran la vistosa estela a la útil plaza y, claro, porque la estela sera vista y aplaudida y la plaza sólo usada y disfrutada.
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1 comentario:
Pues sí, a decir verdad estas en la razón, cosa en la que el jurado de la estela también, puesto que resaltaron, aplaudieron e hicieron ganar la propuesta más peatonal y ligada a la interacción, no sólo a la visión.
Saludos!
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