9.5.13

el desconsuelo de los premios




hace unas horas estuve en una comida organizada por la —tomen aire— cámara nacional de la industria de desarrollo y promoción de la vivienda. ahí, entre otras cosas, alejandro murat, director del infonavit, entregó el premio vida integral infonavit 2013. en lo que murat presentaba los premios y hablaba de las bondades que la vivienda bien planeada y diseñada tenía para sus usuarios, en un par de pantallas se proyectaban imágenes de desarrollos inmobiliarios de dudosa calidad y mediocre diseño que los asistentes —miembros de la cámara, supongo— recibían, emocionados, con aplausos.

según una nota de el universalal asumir su cargo murat dijo: "no podemos estar satisfechos y decir que se cumplió la tarea en el infonavit cuando hay en el país 4.9 millones de viviendas deshabitadas." y tiene razón. es un fracaso, tanto de la política social como de la planeación urbana —por llamar así a algo que más bien no existe. ¿por qué los premios, entonces? ¿no debió el director del infonavit mandar un mensaje claro y directo a los desarrolladores y promotores de la vivienda diciendo que lo que han hecho las pasadas dos décadas ya no puede seguirse haciendo así? ¿por qué no declarar desierto el concurso?

el ganador del primer premio fue el desarrollo santa lucía 2, de ivi constructora. y sí: comparado con el resto de lo que vimos era lo menos malo, pero eso no le quita que responde a modelos urbanos y arquitectónicos muy criticados y ya francamente rebasados, incluso para vivienda social, en mejores circunstancias. premiar ese desarrollo fue, me parece, elegir por default. además, sospecho que si los viéramos en fotos distintas a las enviadas por los constructores, la historia podría ser distinta —como aquí:  



de nuevo, ¿por qué no declarar desierto el concurso? es muy complejo, me dijeron, sería como pelearse con los desarrolladores y enviar un mensaje difícil cuando hay una crisis del mercado inmobiliario en puerta. por eso mismo. quienes están ahora a cargo del infonavit han manifestado su intención de hacer las cosas de manera diferente. pero eso no puede darse con un discurso que plantea una cosa mientras se premia y aplaude algo que lo contradice. hay que rechazar tajantemente eso que, por avaricia de unos —los desarrolladores— e ineptitud de otros —un estado que sin ninguna política urbana y de vivienda clara dejó hacer lo que fuera—, está, sin duda, mal.

1 comentario:

ixbalanque dijo...

Ni por que lo vieron venir en España.