30.5.10

banquetas mecánicas



hace algunas semanas victor jiménez escribió en reforma acerca del deplorable estado de las banquetas de nuestra ciudad. hace un par de años también en reforma lo hacía jesús silva herzog márquez:

Nuestras aceras son tierra de nadie. Los particulares saben que las banquetas son de todos pero, en realidad, son más mías que de los demás. Las banquetas pertenecen a los vecinos que pueden extender su casa hasta la calle. Pertenecen también a los comerciantes quienes están convencidos de que forman parte de su derecho natural al trabajo. Los franeleros, por su parte, saben bien que una cubeta es la marca de una propiedad incuestionable por la que pueden cobrarse derechos de paso. Transitar por las aceras de la Ciudad de México es una aventura fastidiosa. Su ancho varía constantemente; sus materiales cambian de casa a casa; están sembradas de coladeras, postes y bazares que bloquean el paso. Las banquetas, dice José Antonio Aguilar, son el emblema perfecto de la impunidad imperante en nuestro país y de una inexistente cultura de lo público. La más salvaje de las privatizaciones.

hoy, por casualidad, me encuentro en paris deuxieme este film hecho para edison de unas banquetas móviles en el parís del 1900. por supuesto las banquetas de parís no son así. pero constituyen, eso sí, el nivel básico –el grado cero, podríamos decir– del espacio público.

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