31.1.11
biblioteca en queens, steven holl
la farnsworth y el mariposario
27.1.11
la fábrica del nido de pájaro
edgar tafel
confieso mi ignorancia: no había oído nada de edgar tafel, "el más notable discípulo de frank lloyd wright" según en nyt, hasta que leí ahí mismo su obituario. buscando, encontré aquí esta plaza de las capillas de las tres fés, construidas en 1966 en el aeropuerto jfk de nueva york y ya demolidas: la protestante, diseñada por tafel, la católica, de george j. sole y la sinagoga de walter hesse –tan desconocidos para mi como el primero.
26.1.11
sobre la utilidad y el perjuicio de los edificios históricos
En las últimas semanas varias notas en la prensa han hecho que de nuevo la atención se centre, aunque sea de manera parcial, en el tema de la conservación de la arquitectura como patrimonio que debe protegerse y mantenerse. La controvertida restauración del teatro del Palacio de Bellas Artes, la intervención en el Monumento a la Revolución, la demolición prácticamente total del edificio de Vladimir Kaspé en la entrada de las Lomas de Chapultepec o la transformación del cine Teresa en lo que supongo será una colección de changarros y que eufemísticamente califican como centro comercial.
Por supuesto cada uno de esos casos es distinto. Bellas Artes es considerado, para repetir el lugar común, el máximo recinto cultural del país –en tanto museo, seguramente por costumbre y por carencia de sitios mejores, pues no es el más apto para presentar grandes exposiciones de pintura o escultura. El Monumento a la Revolución nunca ha sido muy apreciado e incluso a algunos les parece poco agraciado. Son ambos ejemplos de monumentos intencionales –aunque el de la Revolución haya sido, en principio, concebido con otros fines: la sala de pasos perdidos del Palacio Legislativo, proyectado por Emile Bernard a fines del porfiriato y transformado en monumento por Carlos Obregón Santacilia en los años 30– históricos y de paso artísticos, siguiendo la clasificación que en 1903 planteara Aloïs Riegl en su texto El culto moderno a los monumentos.
Los otros dos son edificios comerciales –un centro de servicio para automóviles, con gasolinería y otros programas anexos y un cine– que, por su calidad arquitectónica amén de otras circunstancias, tienen al menos el valor artístico del monumento, sin ser ni intencionales –no se pensaron como tales– ni históricos –en el sentido fuerte del término pues, en un sentido amplio, hoy ya todo es de algún modo histórico: desde la arquitectura habitacional de los años 50 hasta los muebles que adornan los decorados de Mad Men.
Ya he escrito antes que no estoy seguro de que los edificios deban ganarse su futuro por decreto. Los valores artísticos e incluso los históricos son, como de hecho todos los valores –pese a lo que las abuelitas conservadores y los curas intolerantes digan–, relativos. Son –de nuevo, como todos– valoraciones, fluctuantes, variables, más que valores –algo por siempre fijo e inalterable. Por supuesto no me gustaría ver demolidas las casas estudio que Juan O’Gorman diseñó para Diego Rivera y Frida Kahlo para que las sustituyera un edificio contemporáneo, fuese magnífico o mediocre y se que, al respecto, habría un acuerdo prácticamente universal. ¿Pero es el consenso mayoritario lo que debe determinar el valor y, por tanto, la calidad patrimonial de un inmueble? Y si una mayoría juzga privilegiar cierto bien común sobre la protección de una obra arquitectónica o urbana, como parecía ser el caso de muchos quienes apoyaban el viaducto elevado de Peña Nieto pese a que transformaría radicalmente el paisaje urbano de las Torres de Satélite, ¿la minoría, culta y educada, deberá imponer sus gustos?
El problema, finalmente –como en muchos otros casos en este país–, es la falta de reglas claras sumada a la patológica propensión a evadir, a cualquier costo, las pocas, ambiguas, que existen –y que, supongo, la claridad reglamentaria haría más difícil.
En los dos primeros casos mencionados aqui, Bellas Artes y Monumento a la Revolución, fue el gobierno el que intervino –federal y del D.F. respectivamente. Para la intervención en Bellas Artes habría que suponer que existen parámetros legales y técnicos a nivel internacional que permitirían terminar con la polémica y saber qué se hizo bien y qué no, más allá de cuestiones de gusto, de la escasa transparencia en lo que a obras públicas se refiere y de opiniones extremas que no hacen mucho sentido.
Para los otros dos, la cosa es más complicada. Si no hay obligación legal de mantener un edificio que ningún reglamento protege, ¿para qué la farsa de los inversionistas de anunciar que el edificio será conservado parcialmente? Ya lo he comentado aquí: supongo que para tratar de evitar darles otros argumentos a vecinos opuestos a la obra y que, probablemente, jamás habían puesto demasiada atención en el edificio de Kaspé.
El cine Teresa –uno de los últimos grandes cines de la ciudad, obra de Francisco J. Serrano– está en condiciones similares. Aunque está inscrito por el INBA como ejemplo valioso del Art Decó, ninguna ley lo protege efectivamente. Sobrevivió hasta nuestros días gracias a haberse convertido en la meca del cine porno de la ciudad, pero en la época de los devedés y el internet, eso ya no fue suficiente. En este caso lo peor no sea tal vez la pérdida parcial del edificio, sino la pérdida total del gusto, que en la época en que vivimos, donde parece que ya todo está perdido, créanme, no es cosa menor.
23.1.11
21.1.11
monólogos del taxista
20.1.11
segundos pisos
el derecho de autor es una perversión
supongo no soy el único que detesta esos patéticos anuncios de niños burlándose unos de otros porque alguno de sus padres compró una copia de un dvd – "tienes un papa pirata." cuando ese anuncio lo ves en el cine, tras haber pagado más de 60 pesos por persona para entrar, sin contar refresco, golosinas y en su caso estacionamiento, el cinismo altanero de los "dueños" de los derechos –los anuncios generalmente están pagados por productoras y distribuidoras de películas, no por directores, actores, escritores o editores– frente al gran número cuya única posibilidad de ver películas de reciente estreno es en casa y en copias no autorizadas, tiene además un toque de mal gusto.
19.1.11
pabellón en el eco, segunda edición
julio y paco enseñan el closet
aunque hay diferencias entre enseñar el cobre y salir del closet, ambas frases indican que uno se muestra como realmente es. por supuesto, enseñar el closet no implica una necesaria mezcla de las anteriores pero es también un acto de honestidad con su no despreciable dosis de exhibicionismo. en modo, pardo y amezcua hablan de moda, objetos y de paso de lo que han hecho como arquitectos.
16.1.11
aires de familia
lo falso es lo que quiere
14.1.11
la ciudad de 1950 (imaginada en 1925)
detlef mertins
13.1.11
el espiritu moderno
11.1.11
la calle del futuro
lo hecho en méxico no siempre está bien hecho
9.1.11
diseño como política
7.1.11
wikileaks sobre el demoledor
desayuno en venecia
algo más del demoledor
en el facebook de rafael fierro me encuentro estas fotos de la demolición del edificio de kaspé en chapultepec. ya comenté recientemente aquí sobre el tema, pero me repito: no soy un conservacionista radical y no estoy seguro que a todos los edificios haya que asegurarles su futuro por decreto. pero lo que sorprende y enoja en este caso es el engaño. véase en la segunda foto el render en donde se ve parte del edificio de kaspé junto a la nueva torre al lado de un letrero que dice "conservar y restaurar" y en la tercera: "proyecto de restauración y museo de sitio v. kaspé, escuela mexicana de arquitectura, universidad la salle." ¿qué pasó entonces? ¿se les pasó la mano al demoler? ¿quién es el tonto o a quién quieren hacer tonto? ¿la delegación y el gobierno del distrito federal que aseguraban se conservaría el edificio, la universidad la salle, custodios del legado de vladimir kaspé, el grupo danhos que contrató a unos expertos en demolición que no supieron dónde detenerse?
6.1.11
¿río de coches o nuevo paisaje?
¿qué se puede hacer para mejorar esa situación? la respuesta –mala– se ve en el tramo que va entre patriotismo y san antonio: un segundo piso, el primero de las ocurrencias de lópez obrador a este respecto. cuando esa vía elevada era un proyecto, david serur, ingeniero a cargo del mismo, fue a presentarlo a la universidad iberoamericana. recuerdo que se enfrentó a la crítica de varios profesores y alumnos que le mencionamos que ese tipo de "soluciones", que ya habían probado su poca eficacia a largo plazo en muchas ciudades, eran lo contrario a lo que necesitaba esta ciudad, que la experiencia decía que a mayor cantidad de vialidad, mayor cantidad de tránsito habría. molesto, terminó su presentación diciendonos "digan lo que quieran, de todos modos se va a hacer."
la respuesta –y la actitud– parece ser la misma hoy con la continuación del segundo piso en periférico, desde el toreo hasta la salida a cuernavaca, incluyendo la controvertida supervía al poniente de la ciudad. ¿y si en vez de autopistas elevadas nos propusieran un nuevo paisaje? –de hecho se trata de un nuevo paisaje, pero uno que ni siquiera tiene el encanto de esos nudos de autopistas angelinos retratados, digamos, por wim wenders. ¿qué pasaría si del viaducto, por ejemplo, se rescatara el río entubado y un paisaje que lo acompañara? perderíamos espacio para coches, sin duda, pero lo mismo pasa en las calles donde corre el metrobús y la apuesta es clara: privilegiar el transporte público colectivo frente al transporte privado e individual.
si esa opción fuera demasiado radical, podemos imaginar que, en la superficie, el viaducto tuviera un par de carriles para circulación local y transporte público y un tranvía o un carril para metrobús, además de un par de vías subterráneas de 3 o 4 carriles para conectar rápidamente el oriente y el poniente de la ciudad.
entiendo que eso implica una inversión mayor a la de los segundos pisos, pero también un efecto a largo plazo benéfico no sólo para la circulación en autos privados sino en la conformación misma de un nuevo y mejor paisaje urbano. ¿no serían los lotes frente a este río recuperado potencialmente de los mejores de la ciudad? el gobierno podría permitir la construcción de grandes complejos de torres de oficinas y vivienda sobre plataformas con servicios y espacio comercial y público.
podría, además, servir para reorganizar la forma de ocupar una ciudad que, tradicionalmente, ha estado dividida en niveles socioeconómicos opuestos entre oriente y poniente.
por supuesto no es un acto heróico de imaginacion pensar esto. ya lo hizo de algú modo ludwig hilberseimer. habría sólo que sustituir los viaductos apenas ocupados por autos con un paisaje distinto y, sobre todo, posible.
4.1.11
cambiar los paradigmas de la educación
el futuro de los arquitectos
el derecho a desvelarse
"la ampliación de dos horas en el funcionamiento de los antros de la ciudad de méxico estará acompañada de más accidentes relacionados al consumo de alcohol, alertaron especialistas.a mayor espacio de consumo de bebidas alcohólicas, se incrementa el riesgo de que los bebedores se vean involucrados en accidentes, consideró manuel gonzález oscoy, académico de la facultad de psicología de la unam."
"la ampliación de los horarios, consideró joaquín quintana, presidente de convivencia sin violencia ac, es un retroceso en materia de seguridad y disminución de riesgo de accidentes, principalmente para los jóvenes."
"en la sociedad hipermoderna se multiplican las actividades humanas nocturanas (salidas ociosas, turnos de noche, servicios de 24 horas, comercios nocturnos, discotecas, bares y restaurantes), se reorganiza un nuevo espacio-tiempo de trabajo y ocio. en este contexto aumentan las necesidades nocturnas de desplazamiento que necesitan una oferta pública mucho más dotada y diversificada que la que tenemos actualmente. en europa hay ya muchas ciudades que cuentan con una red especial de autobuses nocturnos. en este sentido, sería deseable que el metro parisino funcionase, a semejanza del neoyorquino, ininterrumpidamente. [...] no hay poliltica de calidad de vida sin una oferta pública de servicios de desplazamiento, sin la organización de redes específicas para la noche, de las que puedan beneficiarse en particular los jóvenes, para los desplazamientos ociosos de los días laborables y, sobre todo, los fines de semana."
transporte público bueno y elegante
"la hipermodernidad se materializa sobre todo en la urbanización creciente del mundo. estamos en la época de las megalópolis, las hiperciudades tentaculares que concentran a millones de individuos" en las que "sólo se puede seguir un camino: fomentar los transportes púbicos para reducir el uso privado del coche. flata que la oferta pública satisfaga el deseo del individuo. [...] en muchas ciudades se pone el acento en la belleza de la obra, enl a decoración de los trenes, la calidad y riqueza de los materiales, la armonía de líneas de las estaciones. quien haya subido al metro de seúl, sabe que es un metro concebido para crear un ambiente agradable para el usuario, lo contrario de la decepción profunda que se siente cuadno se baja al metro de parís, muchas de cuyas líneas parecen catacumbas."
"en la época de las megalópolis, la calidad de vida exige una política de transportes públicos de calidad, en los que el bienestar y la estética se consideren criterios prioritarios, exponentes de la cultura del momento."
el mejor edificio religioso de los últimos 300 años
3.1.11
de vestíbulo, a monumento, a mirador
el monumento a la revolución no es un edificio muy afortunado. no por sus proporciones –lo que no es culpa de ninguno de sus arquitectos: ni de émile bénard, a quien tras un turbio concurso se le adjudicó el diseño de lo que debía ser el palacio legislativo, ni de carlos obregón santacilia, quien en los años 30 propuso transformar la estructura del inconcluso palacio en el actual monumento– y tampoco por su entorno, deteriorado y no aprovechado a todo su potencial.